Como me acuden las buenas noches.
Deseándome sin reproches
que mi sueño se repare
en el taller de tu cuerpo.
Salen las dulces caricias
a pasear sobre piel cerrada.
Calma y calor de deseo
pasa rozando la cara.
Y abre la boca, tiene el aliento
de las sirenas varadas
sobre restos de muertes
de plata sobre el agua.
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