Ya no quiero ser libre
No me sirve de nada
Aunque siento esclavitud
inexactitud.
Como me gustaba la palabra
Y en labios jóvenes
¡que bien sonaba!
¡libertad! Decías, y besabas
Como si la boca diera alegrías.
Como quien toma bocanada
Para buscar estrellas de mar.
Todo era ancho y nuevo
Música, citas, espejos.
Libertad era
Una parte del cuerpo.
No era suficiente y quisieron más
Escribieron la palabra en textos
Todos sagrados, en consenso.
Los unos, los otros, los acuerdos.
Decidieron que era valor supremo.
Con tribunales y poderes nuevos
Pero no era la misma
Aquella no tenía nombre
podía cambiarse de sitio
Y se tocaba levemente
Sin dañarla
Palpitando,
Ligera, casi nada.
No quiero ser libre de libro
Que sirve para el engaño
Soy clase baja de rebaja
La que roba, la que estafa.
No quiero ser libre por normas
En cualquiera de sus formas
El código, el artículo
Revestido de espíritu pactado
Ahora nadie sabe explicarla
Porque nadie la siente
tan ausente, no miente.
Muros pintados, gama de espejos,
De lastres del alma.
Y tú en la cama, libre de mañana.
Leve, libre. Apenas nada.
Suelta hasta el próximo sueño,
No hay última parada.
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