Sólo podemos regresar allá donde nos pasaron cosas. El resto es una ermita desconchada, con un crucifijo descolorido, al que ya ni las moscas van a dejar su basura. Los tiempos que nos recorrieron, se quedaron impregnados de una llama, que ilumina cavernas a nuestro paso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario