No me envíes a la caja vacía
quiero seguir en tu fila,
para oír tu voz y observar,
como rozas las manos con el cambio.
Quiero que sepas lo que consumo
para seguir siendo un espectro.
Estoy hecho de fruta de cámara;
jabón de tacto,
góndola de plátano,
kiwis con el corte al cero,
lonchas de colores,
aceite que ni es puro, ni virgen, ni mucho menos extra.
Voy a preparar una frase rellena de chocolate.
El día que estemos solos, te preguntaré si hay algo
para las cadenas oxidadas,
y nuestra mirada desvelará a qué estamos sujetos.
1 comentario:
Es precioso, Sterki, precioso.
Besos.
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