Es inevitable sentir identificación,
la fragilidad de la voz cuando grita,
la espera ante el mundo que arrolla,
el aluvión de vidas gastadas que rebasa el día.
Caer, caer una y otra vez, y levantar la vista para esperar otro golpe.
Necesito volver a estos acordes como a los libros, a los abrazos perdidos, a los deseados
y de ahí al refugio de la rutina donde me esperan siempre los mismos:
los amados, los ignorados, bellas bestias que corren detrás,
subiendo una gran bola de ausencias que cada vez se hace más grande y la cima se aleja, se aleja.
la fragilidad de la voz cuando grita,
la espera ante el mundo que arrolla,
el aluvión de vidas gastadas que rebasa el día.
Caer, caer una y otra vez, y levantar la vista para esperar otro golpe.
Necesito volver a estos acordes como a los libros, a los abrazos perdidos, a los deseados
y de ahí al refugio de la rutina donde me esperan siempre los mismos:
los amados, los ignorados, bellas bestias que corren detrás,
subiendo una gran bola de ausencias que cada vez se hace más grande y la cima se aleja, se aleja.
2 comentarios:
Delicioso!
Que los sueños tomen vida en estas Fiestas, con luces de Navidad y brindis de Año Nuevo!
Abrazos azules desde mis mareas, con cariño...
Mi recuerdo
y mi gratitud.
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