He quedado con lo imposible
con la belleza en la proa
y admiración en el muelle.
Espero la posibilidad
de que me mires,
y me lances un rayo de esperanza,
sujeto a una nota
con mi nombre cosido a tu sonrisa.
Aspiro el olor de la cama
Cuando te levantas.
Y te das la vuelta
Como un monte de deseo
Latiendo sin forzar.
Busco la distancia
donde me hablas
cerca de los labios,
y me miras como a un objeto querido,
De dudoso contenido.
Reclamo tu presencia
Firme y apacible,
a pie de calle,
o entre la lucha
No veo razones para ignorarte.
Y a tu paso
enciendo la mecha;
para que estalle
con todo su esplendor
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