Insistir.
Regresar al
lugar de los hechos
y observar si
queda algo de aquellas alas ligeras.
Cuando todo
parece repetirse uno se plantea...
resistir
A la fauna
plácida de los centros comerciales y sus falsos nombres como: "los días de
oro"," la semana fantástica", el "Puerto Venecia" o el
"yo no soy tonto". Colapsando calzadas y cinturones, para errar entre
pasillos y luces de colores. Carros y bolsas, comida, artefactos, ropa de moda para
hoy y trapo para mañana, móviles, táctiles, diseños ofimáticos de ídolos informíticos. Existencia
en código de barras. Con el parking caótico agradeciendo tu constancia.
Resistes al
espejo del sábado como si fuera un lunes y miras con ojos bóvidos a
consumidores prácticos de humores cíclicos en función de su crédito.
Resistir
A la ostentación
mística y sus legiones de apóstoles entregados a las causas recluidas en
templos, adorando imágenes de la cueva, que llueva, que llueva. El pie
incorrupto de Santa Teresa, las tetas de santa Águeda, la sangre licuada de san Genaro, el esperma
fosilizado de Onán, y el trozo de la sábana que una beata encontró en un
páramo, donde dicen las crónicas orinó San Meandro.
Resistir
A quien le
interesa de tu vida el dato más sórdido, y al espía que recopila nuestro rastro
cibernético.
Al dolor y sus
damas de honor
a los señores
del universo jugando a los muertos
al esquema de
vida diseñado para la sumisión.
Resistir la
tarde del domingo, escuchando el eco de
una radio, la salmodia de goles de gladiadores modernos, animados por locutores
espídicos que hablan de un crack y un hat trick, y jamón Guijuelo y pipas Facundo, excitando a hinchas capaces de viajar como ganado por el mundo, para
corear himnos pletóricos de ardor patriótico, visitando bares históricos hasta
quedar amnésicos, en plazas públicas como decorado simbólico.
Resistir al
espectáculo donde se reparten abrazos y besos, la compañía de títeres familiares,
representando sus funciones y festivales. Y se aman a destajo, y se esfuman hasta la
próxima, llenando el tiempo cósmico de comidas orgiásticas y chistes fáciles
sobre situaciones cómicas y ocurrencias políticas entre azules y rojos,
acabando en disputa por bodas de homosexuales y parejas de pelo en pecho, que
esto ya no es España y que le den a Cataluña, porque la república era legítima y
al abuelo lo mató Franco.
Resistir
Y esperar que un
día estúpido una enfermedad sórdida me acabe metiendo una cánula por la
próstata, y me inunde de lágrimas el dolor del frío plástico, que drene el
repugnante líquido que mane de mis órganos.
Resistir y
sostener sobre el desgaste, el último latido inocente del corazón, a veces
humano, a veces bárbaro.
Cuando
eres capaz de partirte en dos sin separarte; cuando sólo tú ves la grieta del
techo, cuando percibes que las alas vuelan sin ti: estás resistiendo.
3 comentarios:
Debes ser de acero.
Yo resistí todo lo que pude.
Pero fue inútil.
Saludos.
Resiste quien no se cuelga del primer árbol donde no se parta la maldita rama.
Y estamos fundidos. El material viene de China y la mano de obra de la ETT.
Difícil resistir, pero a veces, se consigue.
Besos
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