El resumen del año
lo llevan los decretos aprobados,
los desahucios ejecutados,
los profesores despedidos,
los enfermos no atendidos,
los banqueros indemnizados,
los evasores evadidos,
las tasas por reclamar justicia,
las nuevas tarifas eléctricas,
los rescates a los ricos,
los Gao Pines no juzgados (por defecto de forma),
los Urdangarines silenciados,
los elefantes abochornados,
los niños pagando 1 euro por tuperware refrigerado,
los dependientes eliminados de la lista,
los indignados apaleados, multados,
los policías ensangrentados,
los parásitos parasitando,
los servicios públicos expoliados,
los ciudadanos despojados de tal condición,
el amor suspendido en besos
el afecto creciendo en comedores, refugios,
el miedo que extiende su sombra,
la lágrima que nace en el estómago,
la impotencia del mundo roto,
del hombre roto, la mujer rota, el niño roto,
el mundo roto
al cual le juntamos la carne con nuestros deseos
y cerramos sus heridas mientras brindamos
y algo más tarde
vuelve la hemorragia
a teñirnos de rojo
como lo siento
como lo veo
como el vino que me evade,
lo digo
con doce malas uvas
al filo del nuevo año
y les deseo a los hijos de puta
que su final esté cerca
y no dejen descendencia.
lo llevan los decretos aprobados,
los desahucios ejecutados,
los profesores despedidos,
los enfermos no atendidos,
los banqueros indemnizados,
los evasores evadidos,
las tasas por reclamar justicia,
las nuevas tarifas eléctricas,
los rescates a los ricos,
los Gao Pines no juzgados (por defecto de forma),
los Urdangarines silenciados,
los elefantes abochornados,
los niños pagando 1 euro por tuperware refrigerado,
los dependientes eliminados de la lista,
los indignados apaleados, multados,
los policías ensangrentados,
los parásitos parasitando,
los servicios públicos expoliados,
los ciudadanos despojados de tal condición,
el amor suspendido en besos
el afecto creciendo en comedores, refugios,
el miedo que extiende su sombra,
la lágrima que nace en el estómago,
la impotencia del mundo roto,
del hombre roto, la mujer rota, el niño roto,
el mundo roto
al cual le juntamos la carne con nuestros deseos
y cerramos sus heridas mientras brindamos
y algo más tarde
vuelve la hemorragia
a teñirnos de rojo
como lo siento
como lo veo
como el vino que me evade,
lo digo
con doce malas uvas
al filo del nuevo año
y les deseo a los hijos de puta
que su final esté cerca
y no dejen descendencia.